Las Guerras de Orión marcaron un capítulo calamitoso de nuestra historia galáctica en el que exploramos las profundidades extremas de la dualidad.
Este artículo presenta una visión general concisa de las líneas de tiempo, cómo se definen y cambian hacia un resultado más positivo, así como la relación con los vínculos traumáticos y los ciclos kármicos.
Recibí una fascinante información canalizada sobre los Reptilianos que han estado gobernando la Tierra. Una vez fueron una próspera civilización en el sistema de Orión hasta que cayeron en la tentación del lado oscuro.
La Tierra puede considerarse como un escenario teatral en el que encarnan diferentes seres para reproducir con seguridad los acontecimientos desastrosos con el fin de despejar los viejos ciclos kármicos no resueltos durante eones.
Los reptilianos nos han gobernado como falsos dioses durante milenios en una dramática obra de teatro kármico que refleja la historia galáctica y estamos cerca del enfrentamiento final que marca el fin de la dualidad.
Descubrí un horrendo trauma sexual relacionado con mi llama gemela en una encarnación pasada en la era del Renacimiento, el trauma más desafiante que he tenido que afrontar.
Los traumas sexuales reflejados en nuestros deseos sexuales secretos son la última frontera en esta guerra espiritual y el último bloqueo hacia la liberación de la humanidad.
El proceso de trabajo de sombra, que limpia los traumas emocionales reprimidos de la infancia, tiene el potencial de liberarte del pasado, abriendo el camino hacia la conciencia de Cristo.
Participé en mi primer podcast con Conrad para hablar de varios temas controvertidos, como las llamas gemelas, los ciclos kármicos y la sexualidad sagrada.
La corrupción de la sexualidad humana es la clave para que las estructuras oscuras de poder puedan mantener el control sobre nosotros. Recuperar la sexualidad sagrada nos lleva a nuestra liberación y soberanía.